El 30 de septiembre, tres meses después de haberse roto la tregua, un comando de 11 jóvenes del M-19 lleva a cabo un operativo en el sur oriente bogotano. Iban armados con tres revólveres y contaban con experiencia en organización social pero no militar. Se trataba de parar un camión de leche para repartirla a la comunidad. Una de esas acciones al estilo Robin Hood que la organización ya había llevado a cabo con éxito en los barrios populares. Pero esta vez, la operación se hacía en el marco de la campaña nacional del M19 denominada « De pie Colombia » que vino tras el fracaso del diálogo nacional. Y eso cambiaría todo. Dos meses antes de la frustrado reparto de la leche, el presidente Betancurt habia dicho ante al Congreso en su informe anual: « Firmé los acuerdos de paz con la insurgencia para lograr su desarme en todos los sentidos de la palabra; su desarme político, su desarme moral, su desarme material ». El M-19 no había sido desarmado. Pero la guerra estaba echada para eliminarlo.